jueves, 5 de julio de 2007

Y el modelo de Negocio ... donde quedó?

Tradicionalmente, el negocio de las telecomunicaciones fue un monopolio natural, debido al elevado nivel de inversiones necesarias para poder dar el servicio telefónico a la mayor cantidad de personas posibles. La teoría económica sugería que, si no fuesen monopolios naturales “regulados”, no podrían ser económicamente viables, ya que los niveles de inversiones necesarios para tener una red propia eran demasiado elevados en comparación con los ingresos generados por los clientes que poseían dichas redes y en el caso de generar competencia, existiría ineficiencia económica al tener redes superpuestas.

Además de considerarlos monopolios naturales y de tener beneficios extraordinarios producto de este concepto, poseen el beneficio de operar en economías de redes, donde cada nueva parte de la red, genera economías de escala sobre el total de la red (una red más llena, es una red mas rentable, “ceteris paribus” el resto de las variables).

Esta idea y modelo de negocio detrás fueron mutando con el correr de los años y el avance de la tecnología. La regulación avanzó liberando parcialmente la competencia en subsectores donde las inversiones fueron destinadas a nuevas empresas que desarrollarían la competencia y beneficiarían a los usuarios vía reducciones de precios de los servicios contratados. En Argentina, la liberalización de la larga distancia, la telefonía pública, las redes de datos y por último el usuario final, se dio a partir del año 1999. Acompañando este escenario, los incumbentes comenzaron a “pensar” en la competencia y se adaptaron al nuevo orden.

Adicionalmente, el desarrollo de la telefonía móvil, un sector no regulado de la industria, fue ganando participación en los ingresos de los incumbentes hasta representar más del 50% de sus ingresos (fuente: informe anual ITU 2005) en promedio a nivel mundial.

Finalmente el desarrollo de Internet cambió notoriamente todos los modelos de negocios pensados, modificó los planes de inversión, las regulaciones y las empresas. Aparecieron nuevos entrantes, como las compañías de cable, empresas que sin inversiones podían competir con las BabyBell’s, utilizando el acceso a Internet de los clientes de ellas (como Vonage), empresas que desarrollan software peer-2-peer, que canibalizan el tráfico de datos y voz de las grandes empresas (Skype); es decir compañías tipo parásito (se las puede encontrar con este nombre en la bibliografía), que usan las inversiones de otras, para generar ingresos para ellas.

A modo de resumen, el modelo de negocio de una empresa incumbente pasó de ser un monopolio natural, a un modelo no definido cuyos drivers esenciales de supervivencia comenzaron a ser: tener un operador de telefonía móvil, una red de acceso con alta dispersión y capaz de traficar elevadas velocidades de acceso, contar con un management que sepa “lidiar” con competencia no tradicional, flexibilidad de procesos y rapidez de adaptación al cambio, algo poco visto en los últimos tiempos.

En fin, estamos en un momento de la historia crucial, por que somos parte de un proceso disruptivo y que tiene que encontrar para donde ir ... todo un desafío (apasionante por cierto). Hasta la próxima, amigos ....

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